Fontjoncouse (11): indignación e ira tras la organización de una fiesta rave en un terreno devastado por los incendios de este verano. "¿La gente lo ha perdido todo aquí y viene a bailar? ¡Que se los lleve el diablo!".

Unos 2.500 fiesteros lograron tomar posesión de un terreno en Fontjoncouse (Aude), en un ambiente detestable, ciudad martirizada por el incendio del 9 de agosto.

Este pequeño pueblo de las Altas Corbières, mundialmente conocido como destino gastronómico, fue envuelto en llamas el 9 de agosto y posteriormente arrasado por el fuego en cientos de hectáreas (36 casas destruidas, un muerto). Sin embargo, fue este escenario lunar y devastado el elegido para reunir a miles de amantes de la música. (…)

Un poco más abajo en el pueblo, Florian Richter, viticultor y propietario de parte del terreno ocupado por la fiesta rave ilegal, está indignado. "Es una falta de respeto, de humanidad. Ayer sábado casi nos peleamos con unos tipos que paseaban por la calle principal. No me imagino en qué estado nos encontraremos con nuestro terreno", se preocupa el joven viticultor. (...)

"Aquí en este pueblo, muchos han perdido todo lo que era su vida personal y económica. Así que venir a bailar sobre las cenizas, no, gracias, es absolutamente inmoral. Llevamos tres semanas reconstruyéndonos con la idea de la solidaridad y la ayuda mutua. Esto está volviendo locos a todos", dice Gilles Goujon, chef con estrella Michelin del Auberge du Vieux Puits, quien, con emoción, señala los olivos en un rincón de su terraza que sus clientes le envían de todas partes para replantar las parcelas del pueblo. (...)

El parisino